domingo, 28 de noviembre de 2010

la burocracia

El sistema capitalista, como ya lo hemos dicho muchos revolucionarios, solo deja miseria en todos los aspectos, trabajadores y trabajadoras enfermas, con discapacidad, muertos, así como naturaleza muerta, es decir acaba con todo y con todos y todas.

Esto solo responde a su esencia y naturaleza. Pero hay un elemento que existe y seguirá existiendo aún en la fase de transición socialista y que solo desaparecerá cuando la humanidad llegue al estadio comunista, donde el Estado deje de existir y los hombres y mujeres vivan en plena armonía, entre ellos y la naturaleza.

En nuestro país se vive una etapa de “transición” hacia el socialismo donde nuestras luchas son mediatizadas, no solo por los actores de oposición sino por aquellos que de alguna manera “apoyan” el proceso de cambios, fundamentalmente los que se encuentran en cargos burocráticos de dirección, ministerios, vice ministerios, instituciones y en algunas direcciones del PSUV.

Explicar porqué la oposición apátrida, títere del sistema capitalista dominante mediatiza nuestras luchas no es lo que queremos analizar. Queremos analizar el por qué estos que dicen apoyar el proceso de cambios hacia el socialismo hacen lo mismo y más aún, ya que escudándose en su ropaje “socialista” pretenden controlar los movimientos independientes populares y de la clase trabajadora.

Nuestro Estado aún es capitalista burgués, esto para dejar bien claro que no estamos en un Estado revolucionario, precisamente es hacia allá donde queremos avanzar. Esta tarea, que debe estar fundamentada en los principios del socialismo científico es sumamente difícil con la dispersión que existe en la izquierda venezolana pero fundamentalmente en la organización y unificación de la clase trabajadora.

A esto tenemos que agregarle, necesariamente, los mil mecanismos creados por el sistema dominante para enajenarnos y transformarnos en sujetos individuales.

Ahora bien, en Venezuela, dentro del marco revolucionario que abrió sus puertas en el año 89 con el “caracazo” y que coronó con el triunfo del Comandante Chávez, no deja de ser el espacio adecuado para el surgimiento de formas organizativas por doquier, que apuntan a soluciones profundas para las mayorías en los barrios, en los campos, en las empresas y así en todos los lugares donde se desenvuelve la vida cotidiana.

Este simple hecho, que no solo refleja voluntad organizativa sino politización, a pesar de sus mil debilidades, no solo atemoriza al imperialismo sino a la burocracia institucional. Este temor hace que estos burócratas de oficio sientan que el piso se les mueve y viven en un vaivén del que no saben como salir.

Los burócratas tienen una característica común, por lo menos en aquellos que saben la diferencia entre un burócrata de un Estado socialista revolucionario y un burócrata de un Estado capitalista burgués, y es que le temen a la organización de la clase trabajadora. En nuestro país, que avanza hacia un Estado socialista, la mayoría de los burócratas que ostentan sendos cargos y que se suponen de izquierda, socialistas, revolucionarios, deben facilitar y abrir espacios para la formación, organización, unidad y movilización; sin cercenar la autonomía e independencia de los movimientos. En ese sentido deben ayudar a romper la falsa cáscara de que las instituciones no son espacios para el Poder Popular, y de esta manera estará colaborando, desde la institución burguesa a la destrucción de esta y la construcción de la otra, la revolucionaria en manos del pueblo pobre. Muchos de estos burócratas son de la vieja guardia, que lamentablemente se mimetizan y se adaptan al Estado burgués, hay otros que son nueva vanguardia y como dice Modesto Emilio Guerrero “Una gran cantidad de camaradas llegan sanos y salen dañados de un organismo público” (12 Dilemas de la Revolución Bolivariana. Pág. 258).

También hay burócratas que dirigen nuestras instituciones y que son abiertamente de oposición, estos no dudan en ser déspotas, crueles y desalmados con los trabajadores y violan absolutamente todos sus derechos sin importarles lo que suceda, estos son los que llevan el odio a nuestro proceso a flor de piel.

La diferencia entre este último burócrata abiertamente de oposición y el burócrata que dice ser revolucionario, es que el primero no acepta críticas de ningún tipo, está totalmente convencido de que él es el absoluto dueño de la verdad y el segundo es que solo acepta críticas de forma más no de contenido por que cree ser dueño de la verdad.

Lo terrible del burócrata que dice ser revolucionario, es que subestima y se burla de los esfuerzos organizativos de la clase trabajadora y escudándose en su jerarquía manipula a los trabajadores.

En nuestro país anida el socialismo en todos los rincones de las grandes mayorías desposeídas y aunque no manejen teóricamente su significado, muchos lo practican de manera empírica, lo cual le da contenido autóctono, endógeno y esto a pesar de las grandes adversidades de la vida cotidiana a la que hemos sido sometidos, no deja de ser un elemento de profunda preocupación para estos “señores”.

Los burócratas institucionales del proceso revolucionario bolivariano se ofenden cuando se les dice burócratas, reflejando con esta ofensa su desconocimiento del significado de la palabra y por supuesto como mecanismo de defensa, se jactan de hablar de control obrero, de marxismo, de leninismo, de trotskismo, abren espacios para talleres con “revolucionarios especialistas”, pero en la práctica son totalmente invisibles y desconocen toda organización de las bases, en pocas palabras, son charlatanes que presumen de intelectuales activistas.


¿Qué hacer?

“La transición venezolana tuvo, tiene y tendrá brillos y opacidades. Jamás podrá ser lineal e incontaminada, dado que se trata, nada más y nada menos de salir del capitalismo, de su cultura totalizante, de sus lógicas que combinan la explotación, la dominación y la reproducción.” (Aldo Casas. Citado del libro 12 Dilemas de la Revolución Bolivariana, Pág. 195 de Modesto Emilio Guerrero).

Partiendo de esta cita, podemos tener una idea del fenómeno de la burocracia y entender el por qué de su existencia, ahora bien, lo que debemos buscar es la forma de combatirla ya que ella se reproduce con mayor rapidez y facilidad que cualquier organización popular o de la clase trabajadora y de eso ellos están concientes.

Como decimos aquí en Venezuela, una de las patas cojas del proceso revolucionario venezolano es la falta de una organización unificada y fuerte del movimiento de los trabajadores y trabajadoras, la dispersión, las divisiones, los protagonismos individuales, las mafias sindicales y el sectarismo no han permitido el avance y profundización de nuestro proceso.

Esto no solo permite el surgimiento de fenómenos como la burocracia exacerbada sino la manipulación y el control por parte de izquierdistas conservadores y oportunistas de las distintas organizaciones de la clase trabajadora, cosa que ya viene ocurriendo, principalmente en la clase trabajadora al servicio del Estado, esto se puede observar en algunos Consejos de Trabajadores que han nacido por iniciativa de estos pero que han perdido su autonomía e independencia al ser financiados por la empresa para la cual trabajan o las organizaciones de Delegados y Delegadas de Prevención, entiéndase Frentes, Consejos u otra forma organizativa, las cuales por lo general no se movilizan si el INPSASEL no les gira una especie de permiso.

Una de las primeras cosas que debe hacer el movimiento de la clase trabajadora es romper con el paternalismo, es decir, no debe esperar a que nuestros problemas nos lo solucione el Estado a través de sus instituciones, tenemos que entender que este Estado no responde a nuestros intereses sino a los intereses del capital y esto ha quedado demostrado a través de décadas de dominación imperialista.

La clase trabajadora debe asumir su organización (sindicato, consejo, frente, etc.) como su herramienta para la lucha por sus reivindicaciones y no como trinchera de aquel que fue electo como su vocero o vocera, de esta manera estaremos rompiendo con el fantasma de la representatividad y empezaremos a asumir la participación como método cotidiano de nuestras luchas y nuestras vidas.

Debemos desplazar a los “dirigentes” que no impulsen la unidad de los distintos colectivos y organizaciones y asumir nuestro papel como parte indispensable en esta tarea.

Debemos abrir el abanico y salir a las comunidades para comenzar a articular con estas en sus luchas y en nuestras luchas, tenemos que romper con el viejo esquema de vernos separados, resulta que los trabajadores y trabajadoras de las distintas empresas e instituciones son parte integrante de las comunidades ya que allí viven, eso hará más fuertes todas nuestras luchas.

Debemos empezar a buscar la unidad de los distintos movimientos y organizaciones aunque sea en puntos mínimos pero puntuales y no ambiguos. Hoy hay un sin número de organizaciones de la clase trabajadora y de los sectores populares, pero lamentablemente cada una por su lado, es precisamente esto lo que debemos empezar a resolver, cuando empecemos a ver este resultado, no solo la burocracia temblará sino que empezaremos a tomar el control de nuestras vidas ya que con la fuerza de la organización y la unidad comenzaremos a controlar el aparato de Estado y a ponerlo al servicio del pueblo.

Recordemos camaradas, no hay revolución socialista sin una clase trabajadora organizada, unificada y fuerte.


turkialmaaz@gmail.com

miércoles, 17 de noviembre de 2010

LAS MUERTES Y ENFERMEDADES EN EL TRABAJO, OSCURO FUTURO PARA LA CLASE TRABAJADORA EN EL SISTEMA CAPITALISTA


El sistema capitalista por sus características y naturaleza utiliza al ser humano como una herramienta más con la cual se beneficia y se lucra, extrayéndole hasta la última gota de sudor y transformándolo en un ser totalmente enajenado a través de los mil mecanismos que para ello ha creado.

En los distintos centros de trabajo, grandes y pequeños lo que nunca se toma en cuenta es al trabajador y trabajadora, este, como una vulgar pieza de una máquina, es cambiado por cualquiera que esté desempleado y este correrá con la misma suerte y así sucesivamente. Lo importante para el capitalista es la obtención de excedente (plusvalía) sin importar el desastre que esto pueda generar, aquí se podría decir que para ellos “el fin justifica los medios”.

Lo mismo hace con nuestra naturaleza, una vez que la agotan y la asesinan, la abandonan a la suerte de sus habitantes, si dejan alguno.

Hoy, el flagelo de los accidentes y enfermedades ocupacionales forma parte de nuestra lucha cotidiana y todos los días surgen nuevos accidentes, enfermedades, muertes y personas con alguna discapacidad. Esto es lo que ocurrió, está ocurriendo y seguirá ocurriendo si la clase trabajadora y los sectores populares no asumimos de una buena vez el control de manera organizada y unificada.

Situaciones ejemplarizantes tenemos a granel, podemos mencionar algunas tales como la tragedia de Tacoa en 1982, Provegran 2003 y a sí tendríamos una lista interminable de accidentes que conmocionaron a la población venezolana. Hasta ahora no se ha visto ningún empresario asesino detenido por esta razón.

Hace unos cuantos años, en el Estado Lara, un niño trabajador de 14 años dijo unas palabras que, para aquellos que las escucharon debieron ser de profunda reflexión: “Está dejando más muertos esta paz burguesa que lo que podría dejar una guerra revolucionaria”.

Los capitalistas, además de destruir nuestro ambiente y violar los derechos socio económicos fundamentales, esta asesinando a nuestros hermanos de clase en los centros de trabajo, uno de ellos fue el Delegado de la empresa Puro Hierro, Renci Rojas el cual murió en un accidente laboral el día lunes 15. Esta empresa está ubicada en el Estado Vargas y como muchas otras violan la normativa legal en materia de seguridad y salud en el trabajo.

Los dueños de estas empresas deberían ser castigados con todo el peso de la ley, ya que se trata de seres humanos los que día a día dejan sus vidas en los puestos de trabajo. Pero para que esto sea así los trabajadores, trabajadoras, sindicatos revolucionarios, delegados y delegadas de prevención debemos incorporarnos al movimiento nacional por la defensa de la vida en el trabajo, con nuestras organizaciones, impulsando la unidad a nivel nacional y presionar para que estos asesinos paguen con la máxima pena de cárcel por los asesinatos cometidos.

Así como muchos hermanos de clase han dejado su vida en el trabajo, hoy le tocó al camarada Renci Rojas, pero mañana nos puede tocar a cualquiera de nosotros.




NO MÁS MUERTES EN EL TRABAJO

BASTA YA

IMPULSEMOS LA UNIDAD NACIONAL POR LA SEGURIDAD, SALUD Y VIDA EN EL TRABAJO

CÁRCEL A LOS EMPRESARIOS ASESINOS DE TRABAJADORES

TURKI AL MAAZ


martes, 16 de noviembre de 2010

encuentro cívico militar en UERB San Joaquín

Este MARTES 16 de noviembre tuvo lugar un encuentro CÍVICO MILITAR en la ESCUELA RURAL BOLIVARIANA SAN JOAQUÍN, el mismo sirvió para hcer unas denuncias sobre la inseguridad reinante en la zona y la posibilidad de la presencia de un contingente de soldados del ejército para esta aldea rural que se ha convertido en el corredor de traficantes contrabandistas de café, combustible, y productos de mercal hacia la hermana república de Colombia, y además se ha visto afectada por el incremento de robos con secuestro y hasta un asesinato ocurrió la semana antepasada.
Por este motivo, el consejo comunal San Joaquín Los Ceibones hizo una denuncia y solicitó formalmente al General de División del Ejército Ángel Delgado González, que tome cartas en el asunto, ya que nuestro municipio no fue incluído en el plan de reducción de inseguridad que se está implementando en cinco municipios fronterizos del estado Táchira.
Una vez recibida la comunicación escrita y puesto al corriente de manera verbal de la situación actual de la zona, el General se comprometió con dar respuesta y felicitó la denuncia dejando encargados a los oficiales Capitán Arias Vivas y Teniente Carvajal de estar pendientes de solucionar esta grave situación.
Así mismo se reunió con diferentes voceros y voceras de otros consejos comunales, tales como: la Prof. Dina del consejo comunal de Centenario, con el delegado del PSUV en Córdoba: Moisés Durán y con autoridades del plantel educativo como: la Prof. Carmen Julia Coordinadora del PAE, para conversar diferentes temas, lo cual esperamos redundará en beneficio del municipio.
Ejército y milicias estuvieron presentes compartiendo con los asistentes y se acordó un programa especial en La Voz De Manaure 92.3 FM, para informar sobre las milicias y convocar al pueblo a alistarse para la defensa de la patria.