Como si en verdad fuera un orgullo para los tachirenses (o para cualquier ser humano), esta y las
demás ediciones de la feria se han encargado de hacer apología a uno de los
delitos mas infames cometido por algunos dizque seres humanos, con la mayor
desvergüenza, desfachatez y cinismo, se promueve a través de los “medios de
comunicación”, a los que nosotrxs llamamos medios de trasnculturación y
manipulación, algo que ellxs llaman cultura y tradición, no es otra cosa que
las corridas de toros.
Este dantesco espectáculo donde
un asesino ególatra llamado torero, hiere repetidas veces a un animal
indefenso, asustado, y previamente disminuidas sus fuerzas a punta de choques
eléctricos con un instrumento de tortura llamado tábano, luego de haberle
puesto unas bolsas de arena colgadas en el lomo para cansarlo y haberlo
mantenido aislado de la vista de seres humanos para que cuando vea uno lo
envista y así hacer ver que el pobre animal representa un peligro.
E
Esta cruel e infame práctica a pesar de ser una demostración de
sadismo, es parte del evento internacional más importante que tiene lugar en
nuestro estado Táchira; la feria artesanal, la exposición ganadera, los desfiles de carrozas y autos antiguos
comparten tarima con este rictus satánico que toca su clímax, su momento más
violento al compás de sangre y pasodoble, pero no contentos con regodearse con el suplicio y tortura del
bóvido, una vez masacrado, aún vivo le mutilan para premiar a este criminal que
se enriquece a costas del más infame acto de horror y morbo.

