Si en vez de haber querido ser pelotero Chávez hubiese sido
tecnólogo, seguramente fuese desarrollador de Canaima GNU/Linux. No le hizo
falta tal título para lograr en el movimiento de las Tecnologías Libres avances
tan importantes como los actuales.
No es casualidad que uno de los principales proyectos en
materia de Ciencia y Tecnología que impulsó el comandante fue Canaima, que
muchas personas conocen como “las canaimitas que recibieron nuestros hijos”,
quienes por cierto nacerán usando Software Libre y no se alienarán con
computadoras que tengan instadas tecnologías majunches. Se habrán liberado y
estarán ya despiertos mucho tiempo antes que llegue el movimiento del Software
Libre a decirles que deben despertarse para poder romper las esposas digitales.
Entre las razones no-técnicas de Canaima GNU/Linux está que
los niños y niñas en Venezuela nazcan y se eduquen en un país potencia (para
ellos ya es un país potencia), también está el hecho de escoger Software Libre
por su modelo de desarrollo colectivo (comunitario) en la tecnología, sumado al
hecho que el movimiento del Software Libre promueve los valores de compartir el
conocimiento y promueve, textualmente en su definición, “la solidaridad
social”.
Si aplicamos un poquito de etimología cotidiana, el nombre
completo de “Canaima” es “Canaima GNU/Linux” y no por casualidad lleva ese
apellido: es un apellido que contiene una inmensa razón fundamental que con lo
menos que tiene que ver en varios aspectos es con el asunto técnico e
informático. Tribilín seguramente entre uno y otro juego hubiese advertido
esto, haciéndose preguntas tempranas y universales.
Aprendería entre páginas web y listas de correos que las
Tecnologías Libres se asocian directamente y de manera muy determinante con
asuntos como Soberanía, justicia social, igualdad, etc. Asimismo notaría algo
muy importante:
El asunto del Software Libre es un asunto ético, filosófico,
formal y político que requiere la seriedad del caso para entender sus inmensas
repercusiones en lo práctico. Aprendería el novato Chávez que el Software Libre
no es un asunto técnico y notaría rápidamente que de hecho cuando hay sólo
técnicos la vaina se empastela bien feo. Aquí echaría el cuento, años después
en un programa televisado que una vez empezando el desarrollo de una
distribución libre, los desarrolladores terminaron usando toda su energía
discursiva para meter a todos en el debate sobre si es mejor tal o cual tipo de
sistema distribuido de archivos y propusieron métodos para crear las próximas
discusiones al respecto que aunque fue un método muy discutido por razones de
tiempo de decidió casi cualquier cosa y no quedó anotado en ningún lado. El
cuento termina en que el dispocisionero tomó una minuta por su parte y la
validó después entre el grupo ya dedicado a celebrar con mucho alcohol los
resultados obtenidos. Junto al cuento el comandante hubiese aprovechado para
recordar cuánto han cambiado las cosas.
Si Chávez hubiese nacido no en una casa con piso de barro
sino en una comunidad desarrolladora de Software Libre, le diría a las
divisiones de “recursos humanos” de las instituciones que son todas unas
cajitas en un organigrama y que un trabajador o trabajadora no se le debe
tratar igual que a un tonner o a una definición contractual, que el trabajador
o trabajadora no es ni un consumible ni unos papeles, en una carpeta, en una
gaveta, en una oficina casi siempre triste o entristecedora. Mi comandante les
diría que el talento humano, la formación, la capacidad y el compromiso no
necesitan una engrapadora para archivarse ni se logra ver a través de los
universitarios instrumentos de medición estadística y levantándoles la voz,
alzado y digno les diría “mercachifles” y les recordaría que uno no es un
diagrama de flujo de sellitos y firmas con originales y copias.
Seguramente muchos se indignarían al escucharlo y saldrían a
votar por el reposero del sindicato que sea, mientras sea uno que se le oponga.
Si Chávez hubiese sido lo que en la comunidad de internet se
conoce como un “geek”, haría un podcast donde diría que los poderes económicos
y sus herramientas como la empresa Microsoft, Oracle, Novell, la antigua SCO y
otras más frecuentemente se les escucha hablar sobre “La Neutralidad
Tecnológica”. Advetiría que es un término peligrosísimo pues en su enunciado
dice cosas sensatas, pero en la acción siempre resulta en dominación del pez
gordo, del “Big Brother & Ucle Sam co.” que compra unos terrenos y usa los
ranchos que hay como material reciclado para el relleno del terreno. La
advertencia la haría al pueblo a darse cuenta que esos poderes, cuando tienen
que hablar de Software Libre, se cuidan de no nombrarlo. No dicen “Software
Libre” ni “GNU”. Para eso usan términos “Linux” cuya filosofía dice,
parafraseando, palabras más y palabras menos que “no importa si las tecnologías
se hacen para la dominación: lo importante es que funcionen bien y sean
cómodas”.
Chávez sabría de una que las tecnologías no deben ser
neutras pues deben estar al absoluto control y autodeterminación de los
pueblos. Deben proteger a los ciudadanos y ciudadanas de un país y deben estar
bajo las órdenes e inapelablemente subordinados a la voluntad humana de quienes
administran los sistemas que llevan las riendas de la república, de la nación
y, finalmente entonces, de la patria.
Aunque fuese un asunto técnico, así como los asuntos
técnicos de la economía del petróleo, nos lo explicaría.
Al comandante en vida física no le hizo falta ser
desarrollador de GNU/Linux para darse cuenta que Canaima aún no estaba al nivel
como para nombrarlo él en televisión. Sabía que necesitaba aún funcionar mejor
para que él no quedara mal con nadie después. Ese día no lo llegó a ver, porque
los tecnólogos estaban unos retuiteando a capriles y otros discutiendo si el
Software Libre debe o no tener componentes de dominación, espionaje, control
remoto y restricciones injustas.
Nunca le faltaría al comandante un imbécil acreditado por el
sistema que propusiera exactamente todo lo contrario de lo que él opinara y
escudado en la libertad de expresión llamaría sus seguidores a intentar opacar
su propuesta liberadora, a sabiendas del fracaso en esta acción.
Si Chávez hubiese sido un desarrollador de GNU/Linux quizás
tampoco hubiese tenido tiempo de aprender a tocar un instrumento musical,
aunque sería igualmente amante de la música, con el mayor sabor nacional
posible. Seguramente como buen nerd, geek y ñu, tendría los dos pies muy zurdos
para bailar pero igual haría el aguaje, para luego con alegría reírse con los
panas al verse en televisión cuando repitieran las tomas en los medios de comunicación
del odio y la frustración.
Con esa misma sonrisa termino estas líneas y me dedico a
seguir haciendo patria. Fortalecido, consciente y esperanzado.
Fuente: La Bitácora de [TR0N]
Recomendado: radioGNU
No hay comentarios:
Publicar un comentario
haz tu aporte a nuestro sitio, también es tuyo.