Crítica-Mente: la hegemonía del PSUV y la legitima base

En una nueva puesta en práctica de la prepotencia, nos imponen elementos políticos desde un grupo que se asume cerebro y médula espinal de la revolución en nuestro municipio Córdoba, en este caso, equipo político municipal del PSUV, un solitario “coordinador” del Gran Polo Patriótico, el Comando de Campaña Carabobo (en el que repiten los antes nombrados) y el diputado regional del circuito sur del estado Táchira fueron los participantes, practicantes y responsables de la imposición, donde el Mayor Rojas fue colocado al frente de la Delegación Municipal (antigua prefectura).

El PSUV vuelve a imponer lo que se le da la gana dejando al margen a Consejos Comunales, partidos aliados (PCV, REDES, UPV, IPC y PPT) y organizaciones populares (ANMCLA, los dos Frente de Mujeres de nuestro municipio y el Movimiento Comunero Agroecológico), actores políticos con mas recorrido histórico, lucha y mayor nivel de organización que el nombrado equipo político. Pero el PSUV vuelve a imponerse desde la prepotencia que asumen sus dirigentes municipales y regionales por ser la tarjeta con la inmensa mayoría de los votos, por ser erróneamente (errar es de humanos) el partido lanzado por Chávez, y como consecuencia el de mayor poder en el Estado, sin embargo, hay dos cuestiones que dan la fuerza de la razón a Consejos Comunales, partidos aliados y organizaciones populares, el primero es el mismísimo Chávez, quien en las dos últimas campañas electorales removió muy notablemente de su discurso al partido hegemónico y pasó a dar ese espacio de manera reiterada a Consejos Comunales, partidos aliados y organizaciones populares, esto nos debe dar una clara lectura política, Chávez entiende el monstruo en el que se ha convertido el PSUV contra los demás factores revolucionarios, y en nuestro contexto regional y local podemos hacer notar el carácter semi-neofascista hacia el cual avanzan los sujetos atornillados a los puestos de dirigencia del PSUV (en consecuencia con poder en el Estado), cabalgando estos sobre el nombre y sus manipuladas interpretaciones del discurso de Chávez, el segundo elemento que nos da la razón es el voto con cualificación revolucionaria, y es que el PSUV si bien acumula la inmensa mayoría de los votos, estos son producto de la figura del presidente (la gente lo entiende como el partido de Chávez), esos votos son de Chávez y ninguna corriente o dirigente se los puede abrogar, y por otro lado (salvo los votos de las sujetas y sujetos políticamente activos de los Consejos Comunales y otros pocos hombres y mujeres de base que aún tienen esperanzas en el partido) dichos votos están cargados de un fuerte componente mesiánico, la inmensa mayoría de esos votos son masa arrastrada por el amor y la confianza en Chávez, mientras que los pocos votos acumulados en las tarjetas de los partidos aliados son expresión crítica contra el partido hegemónico, por ello los movimientos populares votan en su mayoría por los partidos aliados, en tanto (salvo algunas excepciones) son votos con la característica política de base, no masa acumulada en una tarjeta, quedando claro así el segundo elemento que da la fuerza de la razón a Consejos Comunales, partidos aliados y organizaciones populares, porque las revoluciones populares las hacen las bases, no las masas, por consiguiente, Consejos Comunales, organizaciones populares y partidos aliados están en una posición legítima para exigir su natural derecho a la participación con igual (y equitativo) voz y voto en un “Consejo Político Local Revolucionario” para la discusión y la toma de decisiones políticas.