jueves, 7 de febrero de 2013

Oooole! Cuando prohibirán esta pooooorquería ala!



Como si en verdad fuera un orgullo para los tachirenses (o para cualquier ser humano), esta y las demás ediciones de la feria se han encargado de hacer apología a uno de los delitos mas infames cometido por algunos dizque seres humanos, con la mayor desvergüenza, desfachatez y cinismo, se promueve a través de los “medios de comunicación”, a los que nosotrxs llamamos medios de trasnculturación y manipulación, algo que ellxs llaman cultura y tradición, no es otra cosa que las corridas de toros.
Este dantesco espectáculo  donde un asesino ególatra llamado torero, hiere repetidas veces a un animal indefenso, asustado, y previamente disminuidas sus fuerzas a punta de choques eléctricos con un instrumento de tortura llamado tábano, luego de haberle puesto unas bolsas de arena colgadas en el lomo para cansarlo y haberlo mantenido aislado de la vista de seres humanos para que cuando vea uno lo envista y así hacer ver que el pobre animal representa un peligro.

E
Esta cruel e infame práctica a pesar de ser una demostración de sadismo, es parte del evento internacional más importante que tiene lugar en nuestro estado Táchira; la feria artesanal, la exposición ganadera, los  desfiles de carrozas y autos antiguos comparten tarima con este rictus satánico que toca su clímax, su momento más violento al compás de sangre y pasodoble, pero no contentos  con regodearse con el suplicio y tortura del bóvido, una vez masacrado, aún vivo le mutilan para premiar a este criminal que se enriquece a costas del más infame acto de horror y morbo.

Afortunadamente cada día somos más quienes tomamos consciencia de lo miserable de este ritual, pero se hace necesario y urgente que desde el hogar pero sobre todo desde la escuela se den pasos firmes para crear en nuestrxs niñas, niños y adolescentes la clara percepción crítica ante lo que a todas luces representa la cultura de un imperio que además de la masacre y exterminio de nuestros abuelos y abuelas indígenas, nos impuso este oprobioso estectáculo que por falta de información o por simple ceguera o indolencia o deshonestidad intelectual se ha asumido como parte de nuestras tradiciones.
Desde este humilde aporte queremos saludar la iniciativa de los colectivos que año tras año han venido haciendo la protesta pacífica ante la plaza de oprobio y alentamos que cada día se sumen más y más seres conscientes a esta lucha revolucionaria porque se prohíban estas actividades que empañan el gentilicio tachirense que es conocido por su cordialidad.