El ser humano vive del medio que lo rodea al igual que los demás organismos vivos; con la diferencia que pareciera que el estilo de vida nuestro no es natural, sino lo contrario, ya que por buscar el bienestar tanto individual como colectivo, inventa aparatos para buscar la comodidad, el lujo, entre otros, y de esa manera realizar el menor esfuerzo; por ejemplo, para trasladarse utiliza carros, es decir no camina: convirtiendo su traslado en un hecho artificial.
Para satisfacer sus necesidades básicas diarias el ser humano extrae recursos del medio ambiente, y a medida que evoluciona, también lo hace su estilo de vida, ahora bien, considerando que con el paso de los años crece la población mundial, esto trae como consecuencia la explotación desmedida de los recursos necesarios para cubrir sus requerimientos. Es así como surgen actividades humanas que hacen daño al ambiente donde se realizan, como por ejemplo: la disminución de los suelos útiles para la agricultura, la explotación de madera en forma indiscriminada y la sobre explotación de la pesca y la caza.
Los suelos fértiles se han utilizado para la fundación de ciudades, en las cuales se encuentra la gran mayoría de la población mundial, dejando el campo despoblado y sus tierras ociosas, al convertirse en polos de atracción.
En cuanto a la tala, esta acarrea graves consecuencias, debido a que son los árboles los encargados de transformar el dióxido de carbono en oxigeno que respiramos para vivir, entonces al disminuir la superficie cubierta de árboles, se va incrementando el gas tóxico.
Con relación a la caza y la pesca, el ser humano en su afán de acumular riquezas, se le olvida que con estas actividades está terminando con la vida en el planeta tierra, utiliza grandes redes en la llamada pesca de arrastre, dañando gravemente la vida marina, ya que el pez que escapa a estas redes queda herido y los peces que por tamaño el pescador no usa los devuelve al mar pero muertos, convirtiéndose en ambos casos en factores de contaminación de las aguas marinas, y en cuanto a la caza, por lo general solo se extraen las pieles, plumas, colmillos, aceites entre otros, y no se usan esos recursos para cubrir requerimientos necesarios, sino por lujo o capricho o deleite extravagante. Lo anteriormente expuesto nos lleva a la misión que el gestor social tendrá en el ejercicio futuro de su labor, ya que a través del plan de desarrollo local se tendrá la valiosa oportunidad de iniciar a dar una sustitución de consciencia a partir de la organización de las comunidades rurales o de cualquier otra índole, sobre todo en el tema de la utilización racional de los recursos naturales, colocando en práctica una explotación y producción de forma sostenible y sustentable para así garantizar la vida de las futuras generaciones y darle unos cuantos días mas de vida al maravilloso planeta tierra.zoilo suescún comunicador popular y miembro de la fundación comunitaria la cucurí
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